Catolicismos, derechas cristianas e ideología de género en América Latina (2)

El GREPO – Grupo de Estudos de Gênero, Religião e Política da PUC-SP- realizó el Seminário Internacional Catolicismos, direitas cristãs e ideologia de gênero na América Latina, entre los días 31/03 y 01/04 de 2021. En esta segunda parte, presentamos otras tres crónicas que reflexionan sobre los debates que se dieron entre investigadores/as de diferentes países latinoamericanos: Brenda Carranza (LARUNICAMP, Brasil), Flávia Biroli (UnB, Brasil), Juan Marco Vaggione (Universidad Nacional de Córdoba, Argentina), Lucas Bulgarelli (Comissão da Diversidade OAB/SP, Brasil), Maria das Dores Campos Machado (UFRJ, Brasil), Maria Eugenia Patiño (Universidad de Aguas Calientes, México), Maria José Rosado Nunes (PUC-SP, Brasil), Olívia Bandeira (GREPO, Brasil) y Sandra Mazo (Católicas por el Derecho a Decidir, Colombia). (VIDEO DE LA SESIÓN 2 DEL SEMINARIO AL FINALIZAR ESTA ENTRADA)

foto: Agencia Brasil

 

3) Catolicismos, derechas cristianas e ideología de género en América Latina: ¿una cuestión de ascenso o de tolerancia?

por Manuela Ribeiro Cirigliano (UNICAMP)

Para iniciar esta crónica, es necesario resaltar que todas las participaciones en el Seminario fueron guiadas por tres preguntas previamente informadas por la organización del evento: 1. ¿Qué factores, en general, considera relevantes para explicar el auge de las derechas religiosas y cristianas en América Latina ?; 2. ¿Cómo se articulan y/o desarticulan estos derechos religiosos y cristianos en los campos religioso, político, mediático y social? 3. ¿Cuál es el lugar de la ideología de género en el escenario (neo) conservador?

Un seminario como este, guiado por preguntas clave, tiene el poder de recalibrar la brújula que usamos en nuestra búsqueda para comprender el contexto analizado. Las preguntas de la investigación generalmente no se acaban con las respuestas que reciben. Atravesadas por las consideraciones de cada participante, las preguntas respondidas se reformulan y muestran nuevos caminos. Es decir, en un seminario como este, recibimos algunas respuestas que, en poco tiempo, toman la forma de nuevas preguntas.

Mi propósito en esta crónica es presentar algunas de las preguntas que me llevé después del primer día del seminario. Más concretamente, aquellas que estuvieron mediadas por el pensamiento de la feminista española María-Milagros Garretas sobre democracia y tolerancia. Sus palabras me acompañaron hasta el final del evento desde el momento en que un discurso de Juan Marco Vaggione me llevó a rescatarse.

El discurso de Vaggione que me devolvió a las palabras de María-Milagros Rivera Garretas, fue sobre la idea de que la derecha religiosa estaría en auge. Esta afirmación fue cuestionada a lo largo del Seminario, no en el sentido de negar la ocupación de importantes espacios de poder por parte de este ecumenismo neoconservador en la actualidad, sino de resaltar cómo «el desafío político siempre ha incidido, dibujando la palabra ascenso, en las formas del Estado y la forma de gobierno”, como afirmó Vaggione en relación al contexto argentino.

Esta reflexión de Vaggione me llevó a la siguiente formulación de Garretas:

La tolerancia es una idea que se asocia a la justicia, al progreso y, paradójicamente, a la democracia. Asociar la tolerancia a la democracia es una paradoja porque, si forma parte de la mayoría, la tolerancia es superflua; y, si uno forma parte de las minorías, también, y que son esenciales para que exista este sistema político. Pero en realidad, la tolerancia se aplica a quienes nunca deben participar en el juego democrático de la fuerza; Se aplica a quienes, ya que marca los límites de este juego, resulta en una excrecencia que perturba y entorpece: una prueba para superar con dignidad, como si se suele decir. (GARRETAS, 2002, p. 99).

Pues bien, el ascenso se ve frenado por la observación de que la ocupación de estos espacios de poder por las derechas es más una regla que una excepción. Vaggione nos recuerda que los movimientos feministas y LGBTQI + han tenido un gran impacto en la sociedad, aumentando su influencia en el ámbito de la formulación de políticas públicas. Desde esta perspectiva, si hay un ascenso reciente, son las voces disidentes provenientes de estos movimientos sociales. Un ascenso que genera transformaciones, que aparentemente superó los límites de lo tolerable y que ahora necesita ser contenido, recordando que “no deberían participar nunca en el juego democrático de fuerzas” (GARRETAS, 2002, p. 99).

Siendo así, se puede decir que algunos grupos de la sociedad han logrado actuar en un espacio público poco abierto a su participación y han logrado importantes avances en sus agendas. La tolerancia, incluso por parte de esta derecha religiosa (que no ascendió, sino que siempre estuvo ligada al poder), ¿pudo haber sido determinante para que estos grupos tuvieran la posibilidad de moverse en este terreno?

Campanha do Aborto legal/ Reproducida del site: Rede Brasil Atual

 

Partiendo de esa idea, invierto el eje de la primera pregunta orientadora del Seminario: ¿qué factores, en general, considera relevantes para explicar el auge de los derechos religiosos y cristianos en América Latina?). Si hubo un ascenso, pero pertenece a movimientos sociales como el feminista y LGBTQI +, cuestiono el papel de quienes “marcan los límites del juego” (como lo define Garretas) en este ascenso. En otras palabras, ¿el auge de las agendas de los movimientos feministas y LGBTQI + es parte del juego de fuerzas y ocurrió hasta donde quienes marcaron los límites del juego pretendían permitirlo? ¿Superó la capacidad de control y los límites previstos anteriormente? ¿O reposicionó los límites que definían lo que era “la excrecencia, que perturba y estorba” (GARRETAS, 2002, p. 99)?

Las preguntas presentadas anteriormente, sin embargo, tienen limitaciones explicadas por la segunda pregunta orientadora del Seminario y por las reflexiones que cada participante aporta al respecto: ¿cómo se articulan y/o desarticulan estas derechas religiosas y cristianas en el campo mediático, religioso, político y social? Después de todo, los límites de la tolerancia no son unánimes, ni siquiera quienes marcan los límites del juego tienen oficialmente este título. El llamado campo religioso conservador es heterogéneo – como señaló Sandra Mazo durante su intervención en el evento – y es sólo una parte de sus actores que se alinean en torno a la lucha contra la “ideología de género”. Además, cada uno lo hace por sus propios intereses, lo cual provoca tensiones entre ellos.

Estas tensiones fueron planteadas de manera recurrente a lo largo del Seminario como un elemento importante de análisis y revelan que no existe una homogeneidad en el campo alineada con el combate contra la “ideología de género”. Este grupo tampoco representa plenamente a las comunidades religiosas o la derecha política, por ejemplo, porque, como nos recuerda Garretas, tener el poder de decidir qué es tolerable es particularmente relevante en la disputa de fuerzas:

La tolerancia indica quién puede más, es propia de una ideología, de una forma de ver y ser en el mundo, fundada en la fuerza, fundada en las correlaciones de fuerzas que se vigilan entre sí (GARRETAS, 2002, p. 99).

Así, es posible asumir que este grupo – que asume la “ideología de género” como enemigo común – ha estado librando algunas luchas concomitantes: 1. contra la propia “ideología de género”; 2. estar en una posición dominante en relación con sus aliados actuales cuando el enemigo común sea derrotado; 3. por el liderazgo de sus sectores de origen, contra quienes no se adhieren a la idea de que la “ideología de género” es un enemigo común.

También debe tenerse en cuenta que actores importantes pueden estar ubicados en el campo religioso, pero no restringidos a él. El carácter conflictivo de las relaciones de este segmento organizado en torno a la lucha contra la “ideología de género” con el capitalismo y el neoliberalismo, por ejemplo, fue señalado de manera recurrente a lo largo del Seminario. Esta contradicción no sorprende en absoluto si observamos que el ambiente de miedo promovido por las campañas anti-género alimenta el neoliberalismo, como destacó Sandra Mazo durante el Seminario.

Por otro lado, la apropiación de las agendas feministas por la lógica de mercado tampoco es un fenómeno reciente. Para Nancy Fraser (2019), por ejemplo, las agendas articuladas por el movimiento feminista durante la segunda ola en torno a la crítica al capitalismo sufrieron una fuerte desarticulación que culminó en la transformación de las demandas y aspiraciones de las mujeres en fomentadoras del propio capitalismo:

[…] el entrelazamiento, en la crítica al capitalismo androcéntrico organizada por el Estado, de tres dimensiones analíticamente distintas de la injusticia de género: económica, cultural y política. […] Separadas unas de otras, así como de la crítica social que las había integrado, las expectativas de la segunda fueron reclutadas al servicio de un proyecto que estaba profundamente en conflicto con nuestra amplia visión holística de una sociedad justa. En un buen ejemplo de astucia de la historia, deseos utópicos encontraron una segunda vida como corrientes de sentimiento que legitimaron la transición para una nueva forma de capitalismo: posfordista, transnacional y neoliberal (FRASER, 2019, p. 27-28).

El neoliberalismo, por lo tanto, parece sacar provecho tanto de las agendas feministas y LGBTQI + como de la lucha contra ellas de los grupos anti-género. Las respuestas a la segunda pregunta del seminario (¿cómo se articulan y/o desarticulan estas derechas religiosas y cristianas en el campo religioso, político, mediático y social?, resultaron ser relevantes para preguntar: ¿cómo influyen los diferentes actores involucrados en estas batallas concomitantes en esa articulación/desarticulación? ¿Hay segmentos que tienen interés ​​en que las agendas de los movimientos feministas y LGBTQI + permanezcan dentro de los límites de lo tolerable, a pesar de no tener un interés particular en esas pautas? Si es así, ¿hay una ganancia particular para estos segmentos con las agendas de los movimientos feministas y LGBTQI + o su ganancia real proviene de la disputa y el compromiso en torno a ellas?

En esta misma línea de razonamiento, la tercera pregunta también plantea nuevos interrogantes, considerando que si, efectivamente, la disputa entre las campañas anti-género y los movimientos feminista y LGBTQI + trae beneficios a algunos segmentos de la sociedad, la preservación de la existencia de ambos lados es necesaria. En otras palabras, no importa qué agendas defienda cada bando, sino que necesitan ser toleradas, lo que nos devuelve al significado de ser capaces de tolerar. En este sentido, Garretas nos recuerda que la tolerancia está íntimamente relacionada con la sociedad capitalista moderna:

Históricamente, en Europa, la tolerancia como medida última de convivencia es propia de un modelo de relaciones sociales propio de la edad moderna y, por tanto, de las formaciones capitalistas. […] El pensamiento europeo, el pensamiento racionalista de la Ilustración, fraguó entonces, paso a paso, un derecho pensado precisamente para enfrentarse con grandes diferencias. Este derecho fue perfilando em su centro un sujeto supuestamente neutro al que se le atribuyeron derechos individuales de todo tipo, derechos con los que poder defenderse de una sociedad imaginada como peligrosa y hostil. Este sujeto necesitará tolerar a quien no sea igual que el daba la medida de lo que había que ser (GARRETAS, 2002, p. 102-103).

Si existe interés en mantener estas pautas dentro de los límites del juego por parte de algunos de sus jugadores, lo que está en disputa es el poder mismo de definir quién es el sujeto neutral y quién es tolerado. En este caso, la tercera pregunta orientadora del Seminario – ¿cuál es el lugar de la ideología de género en el escenario (neo)conservador? – recibe una nueva redacción: ¿cuál es el lugar de la «ideología de género» en la disputa por el poder de definir los límites del juego democrático?

En lo expuesto hasta aquí, traté de demostrar cómo las respuestas ofrecidas por cada participante en el Seminario “Catolicismos, direitas cristas e ideologia de gênero na América Latina” produjeron, para mí, nuevas preguntas cuando se relacionaban con el pensamiento de la feminista María-Milagros Rivera Garretas. El poder simbólico atribuido por la tolerancia puede estar jugando un papel importante en las disputas en torno a las agendas feministas y LGBTQI + en la sociedad. Aún más, la legitimación de las causas de estos movimientos sociales puede estar en el centro de una lucha por este poder simbólico de tolerancia entre diferentes fuerzas, sin el compromiso directo de sus actores con el bando que apoyan en esta causa.

¿Contra quién luchan realmente los que luchan contra la ideología de género? Creo que no hay duda de que, para muchos, la lucha contra la “ideología de género” tiene un fin en sí misma, una cruzada anti-género motivada por la percepción de que la expresión de diferentes subjetividades y sexualidades es, de hecho, una amenaza. Por otro lado, su construcción como enemigo común sirve como estrategia para incentivar la adherencia a la causa y también, como herramienta de movilización de fuerzas para otras disputas, incluido el poder de definir quién tiene alguna fuerza para dictar las reglas del juego.

Además de las muchas preguntas reformuladas, cerré el primer día del Seminario “Catolicismos, derechos cristianos e ideología de género en América Latina”, con una pregunta que parece resumir las reflexiones que realicé hasta aquí: ¿es posible analizar las cruzadas anti-género en América Latina como un fenómeno único?

Bibliografía

FRASER, Nancy. Feminismo, capitalismo e a astúcia da história. IN: Hollanda, Heloísa B (org). Pensamento feminista: conceitos fundamentais. Rio de Janeiro: Bazar do Tempo, 2019.

GARRETAS, María-Milagros Rivera. El fraude de la igualdad. 2 ed. Buenos Aires: Librería de Mujeres, 2002.

Manuela Ribeiro Cirigliano es doctoranda en Política Científica e Tecnológica por la Unicamp, Mestra en Ciência da Religião por la PUC-SP (2020) y Bacharela en Filosofia por la UNISUL (2016). Desde 2018 forma parte del GREPO.

Publicado originalmente en portugués, en el blog del  Laboratório de Antropologia da Religião (LAR) -UNICAMP, Brasil. Disponible aquí. 

 

Marcha da família Cristã pela Liberdade. Foto: Reprodução

 

4) Ecumenismo (neo)conservador: pacto programático-religioso en defensa de la agenda anti-género.

por Tabata Pastore Tesser (Pontificia Universidade Católica de São Paulo)

Esta crónica pretende plantear reflexiones personales sobre el pacto programático-religioso ejercido por los sectores religiosos en torno a la agenda anti-género. La reflexión es el resultado de las conferencias impartidas en el Seminário Internacional Catolicismos, direitas cristãs e ideologia de gênero na América Latina, promovido por el Grupo de Estudios sobre Género, Religión y Política de la PUC/SP (GREPO) en 2021.

En el Seminario Internacional, los/as investigadores/as abordaron cómo la agenda anti-género actúa como un dispositivo retórico internacional con el objetivo de movilizar a sectores de la sociedad hacia una «ciudadanía anti-política». Esta «ciudadanía anti-política», abordada por el investigador argentino Juan Marco Vaggione, tiene como foco ejecutar una politización reactiva en las democracias y, en especial, en las latinoamericanas por parte de actores neoconservadores, sean o no confesionales.

La unidad programática de los sectores religiosos neoconservadores se extiende a la derecha política no confesional para propagar una «ciudadanía anti-política» que tiene como objetivo común establecer una «politización de la moral sexual conservadora». La agenda anti-género enraizada en América Latina por estos sectores distintos pero unidos en el programa de «politización de la moral sexual conservadora» es, para Juan Marco Vaggione, una respuesta al impacto de los movimientos feministas y pro- diversidad sexual en la política contemporánea.

Uno de los «dispositivos retóricos» para el auge de esta moral sexual conservadora es la propagación de la concepción familista protagonizada, a pesar de las diferencias teológicas históricas, por sectores católicos, pentecostales y neopentecostales (neo)conservadores. Uno de los pilares para la politización de esta «moral sexual conservadora» es la unidad programática en torno a la comprensión heteronormativa y patriarcal de la familia, procedente del familismo.

La articulación transnacional en torno a la retórica farsante de la «ideología de género» es un ejemplo de articulación común entre diversos sectores religiosos que proporcionaron -como menciona la investigadora colombiana Sandra Mazo- un «ecumenismo (neo)conservador» en la defensa irrestricta de la agenda anti-género.

Como señala esta investigadora, el ecumenismo (neo)conservador obtiene un «aporte teórico-narrativo» que se centra en cuatro aspectos para apuntalar el sacrosanto discurso de la agenda anti-género: 1) la defensa de la vida, contrapuesta a los Derechos Sexuales y Reproductivos (DSR), concretamente el derecho al aborto; 2) la promoción irrestricta del matrimonio y la familia heternormativa (familismo); 3) la utilización del concepto de libertad religiosa (cristofobia) con el fin de confesionalizar las políticas públicas para adecuar los privilegios públicos a los intereses religiosos; 4) la inmersión en la educación como objetivo estratégico dirigido al adoctrinamiento cristiano conservador en la comunidad escolar.

Siguiendo los aportes teóricos mencionados anteriormente, me atrevo a decir que hay que partir de las preguntas conductoras para entender cómo funciona este pacto programático-religioso. Es posible afirmar que el ecumenismo (neo)conservador contemporiza una alineación programática en torno a la agenda anti-género, pero ¿existen divergencias en las estrategias ejecutadas por estos actores? ¿Utilizan los diferentes actores los mismos medios y formas para la propagación de esta modernización retórica? ¿Qué tienen en común -en la última década- como estrategia para propagar esta politización de la moral sexual conservadora?

Una de las pistas es entender el uso recurrente de los medios de comunicación como una forma de intensificación de esta «modernización retórica». La agenda llevada a cabo por este ecumenismo (neo)conservador para ejercer una «politización de la moral sexual conservadora» indica que, aunque los agentes tienen el mismo objetivo común, lo hacen de diferentes maneras y operan sus dispositivos retóricos reaccionarios de distintas formas en los ámbitos político, jurídico, social y religioso.

En la Iglesia Católica, sectores neoconservadores como el Centro Don Bosco, dirigido por el padre Paulo Ricardo, por ejemplo, juegan el dispositivo retórico más doctrinal y confesional para la «politización de la moral sexual conservadora» a través de intensas agendas de formación online (cursos y lives en YouTube). La asociación privada de fieles católicos Comunidad Shalom, fundada por el arzobispo Moysés Louro de Azevedo Filho, cultiva su dispositivo retórico reaccionario en el aspecto más emotivo, articulando ritos no tan doctrinales con el uso frecuente de las redes sociales, además de la publicación de artículos contrarios a la «ideología de género» en sus páginas web.

En el ámbito clerical católico internacional, como lo presenta la investigadora brasileña María José Rosado Nunes, tenemos el papado de Francisco que no suele ser analizado como parte de lo que se ha llamado «neoconservadurismo», ya que promueve algunas agendas que no se encuentran en este ámbito, como la Teología del Pueblo. Sin embargo, cuando se trata de debates de género, el Papa está discursivamente, y por tanto políticamente, alineado con el conservadurismo. La intensificación de las campañas anti-género entre 2013 y 2019 fue ayudada por el papado de Francisco a través de documentos pontificios, pronunciamientos papales, en boga en los términos de «colonización ideológica» e «ideología de género», ambos citados en el papado desde 2013. Estos términos también fueron propagados por las redes sociales oficiales de Francisco.

Una de las características de esta intensificación de las campañas anti-género es precisamente cómo se han apropiado de ella los sectores protestantes, generando un ecumenismo neoconservador en torno a esta agenda.

Observando el campo evangélico, polifacético y diverso como el catolicismo, tenemos el ejemplo de la ministra Damares Alves, histórica agente política de las campañas internacionales «pro-vida y pro-familia» en Brasil. Sus declaraciones en Twitter sobre la «defensa de la vida y la familia» son constantes, lo que permite reflejar que el uso de las redes sociales por parte de los actores religiosos conservadores y neoconservadores es un escenario mediático en disputa sobre la agenda anti-género. Ambos actores religiosos conservadores ejecutan estrategias discursivas similares («ideología de género», propagación de la familia, defensa de la vida, libertad religiosa), pero lo hacen de forma diferente en el ámbito público.

Partiendo de las preguntas propuestas, considero que la noción de «ideología de género» fue apropiada en los canales mediáticos y en las redes sociales por la derecha religiosa como una forma habitual de referirse al género por parte de la derecha política hasta convertirse en una agenda de Estado, como en la injerencia en los planes educativos, por ejemplo. El sintagma inicial de la «ideología de género» comienza en el ámbito católico, se extiende a los sectores evangélicos y confluye en una agenda de grupos anti-derechos, sean religiosos o no.

La «ideología de género» no se limitó a su origen católico; con el tiempo fue resignificada y reelaborada por la derecha política junto con otros sectores religiosos no católicos. Hay desajustes teológicos en la forma de promover la «ciudadanía anti-política» pero hay un pacto programático de sectores religiosos, por tanto, ecuménicos, a la hora de ejecutar la misma agenda político-discursiva contra el género.

El ecumenismo (neo)conservador comparte un pacto programático de carácter global que se centra en la propagación de una alianza transnacional pro-familia (familismo) y que se despliega en el cuestionamiento político de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos (DSDR). Los sectores religiosos operan con campañas transnacionales en torno a un programa con dos ejes principales: la defensa de la vida desde la concepción (pro vida) y la defensa de la familia (en la línea del familismo).

Así, la agenda anti-género llevada a cabo por el ecumenismo (neo)conservador tiene como objetivo la propagación de un neoconservadurismo cristiano mediante la reanudación de la «moral familiarista unitaria» (VAGGIONE, BIROLI, CAMPOS MACHADO, 2020) en lo que respecta a la moral sexual cristiana. Son las agendas anti-género «nuevas formas de totalitarismo» (BRACKE, PATERNOTTE, 2018) en el siglo XXI basadas en dogmas religiosos cristianos conservadores que pretenden defender la «ley natural» y provocar un retorno de la Iglesia católica aliada a sectores pentecostales a un régimen de diferencia sexual; y es el ecumenismo (neo)conservador que usa de forma estratégica las redes sociales con el objetivo de modernizar la retórica de los discursos reaccionarios.

Referencias

BIROLI, Flávia, MACHADO, Maria das Dores Campos e VAGGIONE, Juan Marco. Gênero, Neoconservadorismo e Democracia: disputas e retrocessos na América Latina. 1. ed – São Paulo. Boitempo, 2020.

BRACKE, Sara e PATERNOTTE, David. “Desentrañando el pecado del género”. Em: Sara Bracke e David Paternotte (eds.), Habemus Género! La Iglesia Católica y la Ideologia de Género. Gênero & Política América Latina e Sexuality Policy Watch, 2018, pp. 08-25.

Tabata Pastore Tesser es Maestranda en Ciencia de la Religión en la Pontificia Universidade Católica de São Paulo e integrante del Grupo de Estudos em Gênero, Religião e Política de la PUC/SP (GREPO) cuyas líderes son las profesoras Maria José Fontelas Rosado Nunes (PUC/SP) y Brenda Maribel Carranza Dávila (UNICAMP/LAR).

Publicado originalmente en portugués, en el blog del  Laboratório de Antropologia da Religião (LAR) -UNICAMP, Brasil. Disponible aquí. 

 

Fuente: Folha PE. Foto: Jarbas Araújo/Alesp

 

5) “Ideología de género”: estrategia discursiva y arma política

por Teresinha Matos  (Pontificia Universidade Católica de São Paulo)

¿Es la «ideología de género» un enemigo creado por el Vaticano? ¿Es una invención? ¿Debería ser objeto de un análisis más profundo? ¿Cuál es el lugar de la “ideología de género» en el escenario (neo) conservador?». Durante el Seminário Internacional Catolicismos, direitas cristãs e ideologia de gênero na América Latina se desarrollaron estas y otras cuestiones. El objetivo de este texto es localizar dónde y cuándo apareció el término y qué trayectorias se trazaron en su proceso de difusión.

La “ideología de género” es una “invención” de la Iglesia Católica y forma parte de la estrategia de enfrentar los avances de los movimientos feministas y LGBTQ+, reflejados en el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos y el matrimonio igualitario. Parece que la “ideología de género” se ha convertido en un fenómeno en sí mismo y necesita ser estudiado más a fondo. Este constructo se traduce en una estrategia discursiva considerada epistemológicamente precaria, pero efectiva en la conformación de la opinión pública (Lionço, 2020), y también con efectividad política; así, el presidente Jair Bolsonaro que fue elegido en 2018 utiliza, entre otras banderas ultraconservadoras, la lucha contra la “Ideología de género”.

La “ideología de género” se ve como una categoría conservadora producida en los muros del Vaticano durante los papados de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Inventaron un “enemigo” con el propósito de restaurar el orden moral basado en valores tradicionales, que consideran amenazados. Aunque los conceptos detrás de la idea de “ideología de género” siguen siendo importantes en el papado de Francisco, la forma en que su discurso repercute en la opinión pública aporta complejidades al análisis.

El padre Paulo Ricardo (https://www.youtube.com/channel/UCP6L9TPS3pHccVRiDB_cvqQ), considerado, según la investigación del GREPO, un mediador cultural que ayuda a difundir el término en Brasil, cuando analiza el tema nunca menciona al Papa Francisco, reforzando la personalidad ambigua del Papa actual que se niega a bendecir a las parejas homosexuales, pero es reconocido como progresista por gran parte de la sociedad brasileña.

Los documentos de la Iglesia Católica del papado de Francisco no utilizan el término “ideología de género” en portugués, como señala el estudio “Feminismo y religión: un análisis del pensamiento del Papa Francisco sobre la “ideología de género”, objeto de este seminario. Curiosamente, sólo se hace referencia a los términos género o teoría del género en inglés. Pero en las redes sociales y blogs, católicos/as y sacerdotes conservadores, además de políticos/as y medios de comunicación en general, hablan ampliamente de esta “ideología de género”. En los 25 videos producidos por el canal de YouTube del padre Paulo Ricardo (Christo Nihil Praeponere) analizados en la investigación, entre 2012 y 2020, 15 registraron el descriptor “ideología de género”.

Desde la década de 1990, la Iglesia Católica comenzó a actuar enérgicamente a través de sus líderes laicos conservadores en conferencias internacionales para que el término género fuera eliminado de los documentos oficiales de la ONU. Dale O’Leary, una activista católica estadounidense, inició esta “guerra” semántica con su obra “Agenda de género”, leída y reproducida por activistas anti-género de todo el mundo. Esta actuación anti-género, también adoptada por evangélicos neopentecostales, tomó forma en los países del Norte y en las primeras décadas del siglo XXI en países del Sur Global, especialmente en América Latina. Llega al público en general a través de las redes sociales, de las palabras y voces de sacerdotes, pastores y políticos/as ultraconservadores/as. Los pastores lo “tomaron prestado” de los católicos y hoy se encuentran entre los principales articuladores del término en la arena pública.

En Brasil, la campaña contra el género ganó relevancia en 2014 y fue impulsada por discusiones sobre el Plan Nacional de Educación. Fue debatido en la Cámara Federal y, posteriormente, en los estados y municipios brasileños. Esta “santa cruzada” continúa hoy en las legislaturas municipales. Los/as concejales/as elegidos en 2020 bajo el estandarte de campañas contra el género amenazan con cerrar las escuelas que usan el pronombre neutral con personas no binarias. Once de los 63 concejales apoyados por Bolsonaro hicieron propuestas contra el lenguaje inclusivo (O Globo, marzo de 2021).

De esa forma, podemos comenzar a responder algunas de las preguntas planteadas al principio del texto. Sí, la “ideología de género” es una invención del Vaticano, un concepto diseñado para etiquetar las teorías de género y la defensa de los derechos como “ideológicas”. También es un concepto efectivo, que se ha convertido en parte del vocabulario y estrategias de diferentes sectores conservadores, como sacerdotes y laicos/as católicos/as, evangélicos/as y políticos/as. Profundizar en el análisis del término, por tanto, puede ayudar a comprender las estrategias del campo conservador en los países latinoamericanos.

Referencias bibliográficas

Caetano, Guilherme. “Vereadores eleitos alinhados ao presidente priorizam ‘ideologia de gênero’ nas câmaras municipais. Com foco no combate à pandemia, projetos não avançam”. O Globo, 28/03/2021. Disponible aquí.

Lionço, Tatiana (2020). “’Ideologia de Gênero’ como elemento da retórica conspiratória do ‘globalismo’”. Em: Direitos em disputa: LGBTI+, poder e diferença no Brasil contemporâneo. Campinas: Editora Unicamp, pp. 373-392.

Vaggione, Juan Marco; Machado, Maria das Dores. “Religious Patterns of Neoconservatism in Latin America”. Politics & Gender 16(1). 2020.

Teresinha Ferreira Leite Matos es periodista, magíster en Ciência da Religião por la PUC/SP e integrante del GREPO.

Publicado originalmente en portugués, en el blog del  Laboratório de Antropologia da Religião (LAR) -UNICAMP, Brasil. Disponible aquí. 

 

Sesión 2: 1 de abril de 2021

Olívia Bandeira (LAR/GREPO/UNICAMP) Flávia Biroli (UNB) Maria Eugenia Patiño (Universidade Aguas Calientes/México) Lucas Bulgarelli (Comissão da Diversidade OAB/SP)

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Brenda Carranza

Brenda Carranza

Brenda Carranza es Professora-Pesquisadora de la Pontifícia Universidade Católica de Campinas (PUC-Campinas/Brasil) y Professora-colaboradora en el Departamento de Antropologia da UNICAMP. Integra el GREPO (Grupo de Estudos de Gênero, Religião e Política de la PUC-SP) y el LAR (Laboratório de Antropología da Religião de la UNICAMP).
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