Presentación de «Antropologías del cristianismo. Perspectivas situadas desde el sur»

Presentación del libro por Agustina Altman (UBA/CONICET)

En América Latina el cristianismo como fenómeno sociorreligioso es un tema de reflexión que lleva muchísimo tiempo en la agenda académica, de una u otra forma. No solo como campo específico de pensamiento y reflexión en las ciencias sociales, sino también porque atraviesa un montón de otros campos de investigación, debido al rol de la experiencia de la conquista y la evangelización europea y posteriormente la expansión del protestantismo norteamericano. Por eso, la reflexión sobre los cristianismos en América Latina es algo muy presente en la producción de las ciencias sociales en nuestras academias, no solo en el ámbito de los estudios específicos de la antropología de la religión. A su vez esta reflexión ha estado atravesada por una serie de discusiones sobre procesos y categorías como las de modernidad, cambio socio cultural, relaciones coloniales, conversión, resignificación, entre otras. Ello ha llevado al planteo de una enorme cantidad de matices y complejidades en el abordaje antropológico del fenómeno cristiano.

Mucha de esta producción latinoamericana que involucra a los cristianismos es una producción que, como suele ocurrir debido a las relaciones de hegemonía en la academia, no ha sido demasiado tenida en cuenta fuera de los ámbitos del sur global. En las academias centrales estas contribuciones en el mejor de los casos han sido vistas como discusiones locales sobre temas locales específicos, lo cual repite la idea de que lo que nosotros –como cientistas sociales – nos dedicaríamos a hacer es básicamente aportar casos exóticos y no a elaborar reflexiones teóricas o indagaciones comparativas. Mucho menos podríamos ser el origen de modos de pensar y abordar fenómenos cruciales para la conformación de las dinámicas sociales globales y de los países centrales, como es el cristianismo.

En ese contexto en años recientes, en las academias centrales parece haber surgido un creciente interés por tematizar el cristianismo en su conjunto como objeto de la reflexión antropológica, dando a entender la inexistencia de un abordaje previo de esas características, dejando en el olvido una extensa producción de las ciencias sociales. La creciente popularidad de este programa de investigación que se autopropone como fundador de todo un campo de indagaciones fue una de las motivaciones iniciales que condujeron al encuentro que derivó en este libro ¿Cuál sería, en este contexto, el sentido de proponernos reflexionar antropológicamente sobre los cristianismos desde América Latina?

Presentación del libro online  – 16 de noviembre de 2022

Entendemos, justamente, que el primer sentido de discutir estos temas es el de recobrar la memoria de lo ya realizado, de trazar las genealogías teóricas y las tradiciones de investigación que ya han abordado el estudio desde las ciencias sociales de los cristianismos y que constituyen el suelo indispensable desde el que debe partir toda reflexión sobre el tema, más allá de las pretensiones fundacionales de las modas académicas. Como diría Marx en el 18 Brumario, es justamente en el momento de buscar revolucionar las ideas y a nosotros mismos cuando los “espíritus del pasado y el peso de la historia” deberían gravitar sobre nuestro pensamiento. ¡En caso contrario, corremos el riesgo de esa tradición “gravite como una pesadilla” sobre nuestras mentes!

En un segundo sentido, no se trata de activar cualquier tipo de memoria, sino en particular de movilizar una que recoja especialmente –aunque no solamente- las contribuciones que, desde nuestros espacios, en la periferia del orden global contemporáneo hemos construido sobre estos fenómenos. Reflexiones que en muchos sentidos son pioneras en su complejidad y justamente en el análisis del rol de las propias periferias en la conformación constitutiva de lo cristiano. De hecho, lo que uno observa es que las reflexiones que surgen en las academias metropolitanas en el marco de este programa de la “antropología del cristianismo” no tienen en cuenta elementos que en Latinoamérica ya se han venido discutiendo desde hace tiempo y que todos los que nos dedicamos a la antropología de la religión o incluso otros campos de la antropología en nuestro entorno, hemos visto y experimentado en nuestro trabajo cotidiano y para los que hemos ido desarrollando diversas herramientas analíticas. Así tenemos una multitud de aportes, como la discusión profunda sobre el cambio sociorreligioso que podemos encontrar en los trabajos de Cordeu y Siffredi, Bartolomé, Barabas, Bastián, Stoll, Miller y tantos otros. Del mismo modo, las reflexiones sobre cristianismo, mundos indígenas y mestizos desarrolladas por Gruzinski y Bois casan; las indagaciones sobre los vínculos entre shamanismo y cristianismo desarrolladas por Albó, Miller, Wright, Capiberibe y tantos otros; los trabajos sobre resignificaciones realizados por Rita Segato; los estudios sobre conversión de Carozzi y Frigerio, etc. Pero, más allá de los aportes particulares, se trata de una serie de miradas sobre el cristianismo en su multiforme presencia, que lo piensan como articulado constitutivamente con fenómenos de expansión global y resignificación local, que no solo afectan a la conformación de una multitud de “cristanismos periféricos”, sino que han construido y construyen lo que el cristianismo es en general y en los centros del orden global, de un modo que lo enlaza inexorablemente con las relaciones coloniales. Se trata de una verdadera economía política de lo sagrado, en la que el poder, la desigualdad y la resignificación juegan un rol crucial.

(actividad previa que contribuyó a la compilación del libro – 2018)

En ese contexto y teniendo en cuenta la enorme influencia que tienen las academias centrales para fijar agendas y establecer modas académicas, a muchos de los autores y autoras que participamos en este libro -y que trabajamos en temáticas afines- nos pareció que era enormemente relevante, por un lado, discutir teóricamente las características, aportes, problemas y limitaciones que supone el programa de investigación autodenominado “antropología del cristianismo” a partir de nuestra experiencia situada en las periferias; y por otra parte, juntar en un único espacio una serie de reflexiones propias, de miradas antropológicas sobre los cristianismos.

Y es justamente este aporte desde las periferias el que creemos que es clave para devolver a las modas académicas de los centros hegemónicos una mirada más global, apoyándonos en todo el tiempo previo ya destinado a la reflexión teórica desde el sur, en especial sobre un fenómeno como el cristianismo, en el cual la articulación entre centros y periferias es crucial y constitutiva. Se trata, entonces, de abrirnos espacio un poco a los codazos en el pogo de la discusión teórica sobre estos temas de importancia, sin invitación, pero no por eso con menos entusiasmo. Tratando de bailar a nuestro ritmo y no simplemente de imitar los compases de orquestas lejanas de las que solo seríamos coristas.

Como paso necesario en este proceso, varios de los trabajos presentados en este libro que nos convoca hoy se propone discutir los abordajes analíticos desarrollados por ese programa de investigación autodenominado antropología del cristianismo. La Antropología del cristianismo, entendida en ese específico sentido, insiste en la importancia de un abordaje de carácter etnográfico y comparativo de las experiencias cristianas, privilegiando su acción en sociedades indígenas y no metropolitanas del mundo contemporáneo, como forma de comprender el conjunto del fenómeno cristiano. Pero, más allá de esta loable intención, como nos lo señalan los trabajos en este volumen el foco está sesgadamente puesto mayoritariamente en las misiones de corte protestante.

El contexto que propone la “antropología del cristianismo” para estudiar el cristianismo sería ciertamente el de la modernidad y la expansión europea. Pero la mirada que domina sobre esa modernidad, si bien da cuenta de que esta es un proyecto, un conjunto de notas promisorias, no tiene en cuenta suficientemente la jerarquía, las relaciones de poder y las tensiones entre centros y periferias. Este programa también señala que uno de los problemas a discutir es el de la conversión y su relación con el cambio cultural, proponiendo generalmente un modelo de discontinuidad, ruptura y cambio radical, que resulta más un artefacto a priori propuesto de modo general sobre una enorme diversidad de situaciones que una reflexión teórica surgida de la tarea comparativa sobre la multitud de casos existentes.

(actividad previa que contribuyó a la compilación del libro – 2017)

En esta dirección, si bien se reconoce por parte de la antropología del cristianismo que las misiones cristianas son un espacio clave para la reflexión teórica sobre la modernidad, los trabajos del libro que presentamos muestran que este programa de investigación no ha prestado la debida atención al carácter constitutivo de lo global y de las periferias en la conformación misma del cristianismo en los centros hegemónicos y en la propia constitución de la modernidad. Como muchos de los autores de este libro señalan, la modernidad no surge en Europa y se exporta, sino que la modernidad surge en, por y para la expansión colonial europea.

Tomando esto en cuenta, y dado que las periferias son una parte fundamental del proceso mismo de las experiencias cristianas en las metrópolis, cobra otra dimensión la escaza presencia en esta iniciativa de las producciones académicas realizadas en los países misionados. Uno de los grandes aportes de la obra que hoy estamos presentando es justamente repensar estas cuestiones en el marco de la crítica poscolonial, aplicada no solamente al fenómeno cristiano, sino también al de su abordaje.

A modo de cierre, creo que el dialogo entre las academias latinoamericanas que propone el presente libro  –especialmente entre las producciones realizadas en Colombia, Argentina, México, Chile y Brasil- es, más allá de lo enriquecedor del debate, una gran oportunidad, porque permite profundizar una reflexión comparativa con una agenda propia, que no siga sino que dialogue con las academias centrales.

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Agustina Altman

Agustina Altman

Agustina Altman es Doctora en Antropología por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña como becaria post-doctoral del CONICET en el Instituto de Ciencias Antropológicas de esa misma facultad.
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