Liberen a Buda: Diario de viaje a Bangkok

Por Renée de la Torre (CIESAS/Guadalajara) Descargar la versión PDF Tailandia es tan budista como México lo es para el catolicismo: 90% de su población lo profesa. Continúa siendo un estado monárquico, en el cual budismo y realeza se muestran íntimamente emparentados. Su capital, Bangkok, es una enorme ciudad, con los graves problemas de una megaciudad del tercer mundo; con deficiente planeación urbana, pero a la vez testigo de un gran reino. El paseo por el río es una perfecta metáfora de un viaje que permite evocar el glorioso pasado del reino de Siam, ahora navegable en aguas contaminadas. Pero más allá del ensueño de sus palacios dorados, da la …
Tengo un cura sanador en el palier del edificio

Por Victoria De Masi (publicado originalmente en Clarín) Fotos de Mercedes Noriega Una cadena de gestos automáticos: levantar la mano y agitarla –la señal para que el Señor de Seguridad me abra la puerta–, traspasar la reja y aprontar la pierna derecha para subir el primer escalón. Luego atravesaría el hall, subiría al ascensor y terminaría en el piso 8 con la llave lista para entrar al departamento donde vivo. Pero no. Cuando cerré el portón y levanté la mirada, vi a unos veinte “desmayados” sobre el palier del edificio. Recostados, con los ojos cerrados y los brazos abiertos. Murmurando una oración o entregándose a la emoción sin resistencia. No …
Las devociones populares en la literatura (6): El Gauchito Gil, por Leonardo Oyola

Cinco de oro Por Leonardo Oyola (extracto de su libro «Santería») Creo. Yo creo en Dios. Tengo fe. Eso es algo que uno sabe y no lo puede explicar con palabras. Porque tener fe se siente de una manera tan especial. Tener fe es tener poder. Es hacerte poseedor de una fuerza inigualable. Por algo la única sensación más parecida a tener fe es llevar vida adentro de uno. Yo rezo. Rezo mucho. Lo que no me garantiza si Dios me va a escuchar o no. «Porque si alguien está siempre ocupado, ése es él», me había dicho la tia Chiqui. La tía Chiqui. De ella aprendí lo mejor. Chiquita …
Prólogo al libro «Tres Evangelistas Carismáticos: Omar Cabrera, Héctor Aníbal Giménez y Carlos Annacondia» de Hilario Wynarczyk

Por Ari Pedro Oro Fue Pablo Semán, en los inicios de los años 90, cuando participaba en calidad de estudiante de nuestro Programa de Pos-graduación en Antropología Social de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, en Porto Alegre, quien me brindó la oportunidad de tomar contacto con este trabajo escrito por Hilario Wynarczyk al final de la década de 1980, sobre tres evangelistas carismáticos argentinos: Omar Cabrera, Carlos Annacondia y Héctor Aníbal Giménez. Se trataba, en aquella época, de un texto dactilografiado, que circulaba en forma limitada. Leí ese texto con inmensa curiosidad y fui cautivado por su estilo, por su método y por la riqueza de informaciones …