Tarot y pandemia

El tarot como herramienta de bienestar en tiempos de Facebook y coronavirus -por Mariana Abalos Irazabal (UNSAM/Conicet)

En los tiempos que corren actualmente, ante el avance de la pandemia por el coronavirus (COVID-19) se está haciendo visible un gran abanico de reacciones por parte de amplios sectores de la población que recurren a distintas prácticas espirituales en respuesta a la problemática. Dichas prácticas son abordadas como herramientas válidas para la búsqueda del bienestar personal en un contexto de creciente crisis social. En esta ocasión, quiero compartir una experiencia reciente que tuve al respecto.

Movilizada por la curiosidad, hace unos días me uní a un grupo de Facebook llamado “Unidos por el tarot”. El mismo fue creado hace tres años, cuenta con más de 3.500 participantes de distintos países hispanohablantes y una dinámica de alrededor de 600 nuevas publicaciones mensuales continuamente actualizadas mediante los comentarios de los distintos miembros. A diferencia de otros grupos sobre tarot en los que la interacción se genera mayoritariamente en base a la oferta-demanda de lecturas de cartas, “Unidos por el tarot” se presenta como un grupo de estudio e intercambio colectivo de saberes, motivo por el que despertó mi interés.

El 17 de marzo solicité mi aceptación (es un “grupo privado”) para ingresar y fue aprobada a los pocos minutos, lo que percibí como una señal de que el administrador modera de forma regular el grupo. Esta idea se confirmó posteriormente, al ver distintas publicaciones de bienvenida a los miembros nuevos con una frecuencia casi diaria. Apenas me uní, realicé una revisión general y me sorprendió la cantidad de publicaciones hechas en el mes de marzo sobre la problemática del coronavirus. La cantidad total comprende más de 10 publicaciones, las cuales a su vez tienen muchas respuestas. He visto publicaciones con menos de 5 comentarios, como también algunas que superan los 100, y aún siguen generando devoluciones y participación, por lo que el número continúa creciendo a diario. Teniendo en cuenta el conjunto de publicaciones y comentarios en las mismas, se presenta un número total más que relevante de personas interactuando en torno a una misma temática, entendida como una problemática mundial.

Analizando los posteos de los usuarios, identifiqué que la mayoría eran de lecturas sobre cuáles son las características de la pandemia y sobre cuánto tiempo más se extenderá la situación de rápida propagación del virus y las estrategias actuales de aislamiento social para mitigarla. La lógica de interacción más usual en el grupo consiste en que una persona publique fotos de su tirada de cartas, junto con la interpretación que da a las mismas. A continuación, el resto de los usuarios comentan sus opiniones al respecto, si difieren o concuerdan con la lectura o, incluso, responden con fotos de sus propias tiradas de tarot ante la misma pregunta/tema. Los mazos de tarot consisten en 78 cartas divididas en dos grandes grupos – arcanos mayores y menores –, por lo que el rango de combinaciones posibles de cartas que pueden salir en una lectura es grande. Además, los esquemas que se utilizan para bajar las cartas o los métodos de lectura son heterogéneos, existiendo decenas de formatos. Incluso, podría existir un modo de leer las cartas por cada tarotista, ya que los mismos sostienen que es posible generar un vínculo único e inigualable entre la persona y sus cartas, por lo que cada uno podría inventar su propia estructura de lectura según su comodidad o conexión sentida. A todo esto, se le suma el hecho de que aunque los 78 arcanos en general son los mismos, los diseños de las cartas en cuanto a colores y figuras son muy diversos entre los mazos. Esto no es un elemento menor, ya que capaz algún rasgo que está resaltado en una baraja (por ejemplo, hacia dónde dirige la mirada el personaje representado) no tiene tanto protagonismo en otra, y esos son detalles que a la hora de realizar la lectura, son cuidadosamente observados por los tarotistas para su análisis.

Lo que llamó muchísimo mi atención fue que, a pesar del heterogéneo y dinámico panorama descripto en el párrafo anterior, al analizar los posteos de los usuarios encontré más coincidencias que desencuentros entre sí. Ante las preguntas al estilo “¿de qué se trata la situación actual que estamos viviendo?”, “¿cuánto tiempo se extenderá la pandemia/cuarentena”, “¿se encontrará una solución?” o simplemente tiradas en general enfocadas en el coronavirus sin una pregunta específica, la mayoría de las lecturas coincidían. Desde el uso de mazos diferentes, distintas tiradas y la presencia de arcanos muy heterogéneos en cada ocasión, casi todos los intérpretes arribaban a conclusiones comunes. Las mismas implicaban, principalmente, concebir al virus como consecuencia del accionar humano y su modo de vida basado en la explotación desmedida del medio ambiente. Por otro lado, también señalaban la cualidad de rápido nivel de propagación que presenta y la dificultad de su resolución al ser un virus novedoso. Finalmente, coincidían en que efectivamente se encontrará una cura y el fenómeno no durará “tanto” tiempo – un lapso de dos o tres meses más – hasta lograr su efectivo control por parte de los países. Están también quienes interpretaron las lecturas de forma distinta, diciendo que esto tendrá resolución recién en el año 2021 o, incluso, quienes leyeron en las cartas que la vacuna ya existe y no se está empleando por una manipulación comercial entre países. No obstante, estos fueron los casos minoritarios cuantitativamente y no tuvieron gran repercusión ni apoyo dentro del grupo.

Llegado este punto, quiero detenerme un poco más en el análisis de las lecturas sobre el “tiempo” de duración del coronavirus. Aunque hubo algunos aventureros que se animaron a dictar los meses en los cuales la pandemia estaría llegando a su fin – y dentro de ellos, la mayoría coincidían en que será durante el período abril-junio –, fueron realmente pocos a comparación de la cantidad de posteos total sobre el coronavirus. Resultaron más numerosos quienes comentaban si aparecería una vacuna o no, pero sin cálculo del “cuándo”. A su vez, fueron muchos más aún quienes sólo se limitaron a dar una característica general de la situación e invitar a una reflexión sobre la misma y la responsabilidad que tiene el ser humano, tanto en su origen como en su resolución. Esto me remitió directamente a identificar el hecho como un claro ejemplo del proceso de psicologización que está experimentando el tarot y, además, a dar cuenta del nuevo uso que se está haciendo del mismo, en concordancia con ciertos aspectos de la espiritualidad New Age. Históricamente, el tarot fue valorado principalmente como una herramienta para la adivinación. En los últimos tiempos esta situación fue modificándose de forma gradual. Hoy en día, la práctica del tarot como una herramienta holística, espiritual y terapéutica – denominado como “tarot terapéutico” – está mucho más extendida que su uso como una herramienta para la “videncia/adivinación”. A su vez, hay otros elementos presentes en la práctica del tarot terapéutico que pueden ser analizados como ligados al movimiento de la espiritualidad New Age. Por ejemplo, el ya mencionado hecho de que no se establece una forma “única” u “oficial” de tirar e interpretar las cartas, sino que se respeta la autonomía de cada persona, ya que es su “intuición” la que la guiará a realizar una correcta lectura. También la concepción del uso terapéutico del tarot como un proceso de aprendizaje que se va a logrando de manera gradual, cada tarotista a su tiempo, de la mano con su desarrollo y crecimiento espiritual. Finalmente, la noción de que la persona y sus cartas están conectadas entre sí y, al mismo tiempo, ligadas con el “todo” que las rodea, el cosmos, la naturaleza. Por lo tanto, el tarot re-significado como una herramienta terapéutica – y ya no principalmente como un método de adivinación – implica entender que, mediante una lectura de cartas, el tarotista moviliza energías que pueden afectar en distintos grados a su entorno en general, ya que el ser humano está en comunión constante con el “todo”.

A pesar de las distintas interpretaciones, el nivel de detalle propuesto y los encuentros/desencuentros de opinión entre los participantes, identifiqué que había una constante en todos los posteos. Dicha constante tenía que ver con el llamado a la auto-reflexión, a concientizar sobre el impacto de las acciones humanas, y a valorar a los seres queridos y las cosas que por el ritmo de vida que se tiene suelen quedar en segundo plano (este último pensamiento, incentivado a raíz del aislamiento obligatorio como medida de prevención). A pesar de que los hilos de posteo-comentarios iniciaban con la foto de una tirada buscando información concreta sobre el coronavirus, sobre cómo se desarrollará el proceso o la época posible de finalización, terminaban siendo espacios de reflexión colectiva entre los participantes del grupo. También se daba lugar a una abierta expresión de emociones, ideas y deseos sobre el tema y, ligado a esto, sobre la vida en general. El resultado visible a partir del discurso expresado en cada comentario, es el de una sensación de bienestar generalizado entre los participantes, de apoyo recíproco, de contención colectiva. Esa expresión de una sensación de bienestar y positividad se daba incluso cuando los posteos hacían una lectura de la pandemia como algo que aún generará muchas muertes y conflictos, siendo los mismos participantes quienes terminaban orientando la publicación hacia un cierre positivo que generara un ambiente de confort y crecimiento mediante la reflexión.

Considero que es un caso más que interesante para dar cuenta de la existencia de continuos procesos de sacralización de la vida cotidiana que, en épocas de crisis social como la vivida a raíz del coronavirus, tienden a acrecentarse y adquirir nuevas formas. En momentos en los cuales incluso la confianza depositada – por ejemplo – en los gobernantes se torna algo frágil para la población, las distintas prácticas espirituales tienen centralidad y legitimidad en la vida cotidiana de los actores, como una vía legítima para la búsqueda de su bienestar personal. Al mismo tiempo, es un caso que sirve para visualizar muy claramente los procesos de hibridación contemporánea que se están dando entre distintas prácticas espirituales y las psicoterapias. En este caso, continuamente los comentarios de los participantes del grupo promovían la introspección, el compartir sentimientos, pensamientos. Todo esto como una estrategia reflexiva para el crecimiento a partir del auto-conocimiento y la auto-reflexión, camino que conduciría a la superación personal y al ya mencionado bienestar, que a la vez impactaría positivamente en quienes rodean a la persona. Finalmente, para los usuarios de este grupo, en este momento de fuerte aislamiento social en el que la mayor parte de las interacciones sociales se dan mediante redes socio-digitales, el tarot se vuelve un gran aliado/amigo con el cual interactuar de forma personal y donde encontrar un poco de “calma” y contención entre tanto “caos”.

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Mariana Abalos Irazábal

Mariana Abalos Irazábal

Mariana Abalos Irazábal es Licenciada en Sociología por la Universidad de San Martín. Su tesina fue sobre la construcción de identificaciones personales, sociales y colectivas en templos afroumbandistas.
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